El nuevo impacto de un meteorito contra la Tierra, la inversión de los polos geomagnéticos y una emisión de energía solar tan poderosa que afectaría todo el orbe son algunos de los escenarios del fin del mundo que algunos pseudocientíficos "vislumbran" para 2012.
Es por ello que los especialistas Daniel Flores, Víctor Torres y José Franco, del Instituto de Astronomía de la UNAM; Juan A.
Morente, catedrático de la Universidad de Granada; José Valdés, director del Instituto de Geofísica de la UNAM, y Don Yeosman, del Centro de Estudios Espaciales e Investigación Goddard, de la NASA, explican por qué no se deben creer en estas afirmaciones.
Una de las "visiones" más recurrentes es que un gran meteorito caerá sobre la Tierra y provocará un cataclismo como el de hace 65 millones de años en lo que ahora conocemos como Chicxulub, en la península de Yucatán.
José Franco, vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, explicó que desde hace tiempo especialistas de todo el mundo monitorean la actividad de cuerpos de gran tamaño que pudieran causar algún daño, y hasta el momento no se ha encontrado ninguno que pudiera impactar directamente al planeta.
"Compilados en el Programa Near Earth Object, administrado por la NASA, conocemos la trayectoria de los asteroides que pasarán cerca de la Tierra y ninguno podría colisionar con nosotros", enfatizó Franco.
Otra aseveración apocalíptica es que el campo geomagnético del planeta está cambiando.
José Valdés, titular del Instituto de Geofísica de la UNAM, precisó que este fenómeno ya se ha presentado en varias ocasiones en la historia de la Tierra, pero que el polo geomagnético norte se convierta en el sur y el sur en el norte no es un proceso de un año a otro, sino que dura miles de años.
Al respecto, el paleontólogo Alberto Blanco, de la Universidad Autónoma de Hidalgo, aseguró que se sabe de estos cambios gracias a los registros del fenómeno en las rocas y en la historia del planeta se han generado unas 20 inversiones.
"La más reciente ocurrió hace 700 mil años, pero no se puede decir cuándo sucederá (el siguiente)", comentó Blanco.
Sobre la posibilidad de que una poderosa emisión de energía del Sol llegue a la Tierra y afecte todas las tecnologías existentes además de todas formas de vida, Daniel Flores, del Instituto de Astronomía de la UNAM, afirmó que ninguna emisión de nuestra estrella podría tener un efecto tan prominente en el planeta, pues para ello la estrella debería estar muriendo.
"Nuestro Sol es joven, tiene 4 mil 500 millones de años y está a la mitad de su vida, las mayores emisiones de energía que ha realizado a lo largo de su historia no nos han hecho nada", dijo Flores.
"Una de las teorías de qué ocurrirá con nuestra estrella cuando termine su hidrógeno es que va a empezar a chuparse a Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, se formará una nebulosa planetaria y dentro se formará una enana blanca, pero eso será en unos 4 mil 500 millones de años".
Respecto a la Resonancia Schumann los falsos científicos aseguran que se ha venido alterando y pasará de 7.8 ciclos a 13 lo cual alterará el tiempo como lo conocemos y un día pasará de tener 24 a 16 horas.
Juan A. Morente, catedrático de la Universidad de Granada y especialista en el tema, explicó que esta resonancia es una frecuencia extremadamente baja del espectro radioeléctrico del planeta que se produce debido a la incidencia de la energía del Sol en un objeto como la Tierra.
Cada astro tiene una resonancia diferente y su valor está directamente relacionado con el diámetro del planeta y el tamaño de la ionosfera.
"Dado que el diámetro de la Tierra sigue siendo el mismo desde hace millones de años, los valores de las resonancias de Schumann permanecen constantes desde que la Tierra y la ionosfera existen", precisó.
"Para que la resonancia de Schumann llegase a alcanzar los 13 Hz, la Tierra tendría que contraerse y pasar de su radio actual de 6 mil 370 kilómetros a 3 mil 920 kilómetros, ¡casi la mitad de lo que es ahora! Esto no está sucediendo ni tampoco existe alguna razón para que pensemos que puede suceder".
También, se afirma que en 2012 un fuerte movimiento telúrico alterará la rotación del planeta, el doctor Don Yeosman, del Centro de Estudios Espaciales e Investigación Goddard de la NASA, consideró que esto es prácticamente imposible, pues si bien en nuestro Planeta existe un movimiento lento de los continentes, ninguno podría generar un cambio en la forma en que éste se mueve.
Finalmente, Víctor Torres, del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que los mayas no profetizaban el fin del mundo sino que hablaban del término de una cuenta larga, para dar inicio a otra, pues inclusive calcularon que hacia el 2040 existirían aún gobernantes mayas en el mundo.
Fuente:
@nosetevaolvidar
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