Expertos en informática aseguran que el cloud computing está entrando a una nueva etapa en la que los usuarios dejarán de preocuparse cada vez más por la seguridad y el desempeño
Los grandes cambios generados por el cómputo en la nube en el sector de las Tecnologías de la Información (TI) abren paso a una nueva etapa, en la que cada vez estará menos presente la preocupación por la seguridad y el desempeño.
De acuerdo con el reporte 'La nueva generación de la tecnología de nube' de PricewaterhouseCoopers (PWC), el cloud computing es un medio comprobado para lograr costos de capital de TI más bajos y mejores capacidades operativas.
'La preocupación por la seguridad de la información, la disponibilidad del servicio, el desempeño y la complejidad de la integración ha disuadido a muchos CIO (Chief Information Officer); sin embargo, todo eso está cambiando'.
El reporte expone que aun cuando al principio había CIOs que no confiaban en el envío de mensajes empresariales a través de la tecnología de nube, ya existe una gran cantidad de empresas, organizaciones no lucrativas y gobiernos que la han adoptado para reducir costos.
'La adopción del correo electrónico y otras herramientas de colaboración de nube por parte de los gobiernos da por concluida la primera etapa de la computación de nube; la siguiente ya ha empezado a medida que las organizaciones descubren que la tecnología puede generar oportunidades'.
Así, al combinarse con la estrategia de TI de los CIO en torno a la transformación de los centros de datos, la virtualización de servicios y la unificación, la computación de nube ofrece sinergias que pueden generar nuevas ventajas competitivas.
'Actualmente, la computación de nube está dominando el entorno de la tecnología de la información, generando grandes cambios en el diseño, la oferta, el consumo y la administración de los servicios de TI'.
La demanda de servicios de computación de nube y sus predecesores, como la virtualización y los servicios fuera de las instalaciones, se ha incrementado debido a los efectos de la recesión económica global.
Ello obliga a las empresas a ajustar sus estructuras de costos sin dejar de responder a las demandas de los consumidores y aunque este concepto sigue aplicándose en la mayoría de las empresas, el reto es buscar el crecimiento de los negocios, expone el reporte.
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