Steve O’conell, un alto funcionario de la policía metropolitana en Londres, declaró a medios ingleses que los participantes en los disturbios, “pudieron usar teléfonos celulares y redes sociales como Twitter para elegir sus objetivos rápidamente”.
La rapidez con la que se propagaron los disturbios hacia diversas áreas de la capital así como en Birminham, la segunda ciudad más poblada del Reino Unido mostró la cara obscura de las redes sociales.
Twitter, la red social que hasta 2009 contenía en su mayoría contenidos irrelevantes (40% balbuceo sin sentido y un 38% de conversación, según un estudio de la empresa Pearl Analytics)demostró tener un poder de convocatoria más poderoso y lejano que el de los medios ordinarios, debido a su capacidad de transmitir información única y dirigida a las personas en lugar de a un sector.
Actualmente mientras existe una controversia respecto al papel que debería de tomar el gobierno inglés en torno a la libertad de expresión, son los mismos londinenses quienes decidieron poner manos a la obra y salir a limpiar las calles de la ciudad. #Riotclean (limpieza del alboroto en español) es una campaña en la que los ciudadanos se han organizado para limpiar las dañadas calles de Londres y que ha cobrado fuerza en las últimas horas y crece al nivel de movimiento ya que al rededor de 67,000 se han unido a esta cause en Twitter yFacebook
Por otra parte, las autoridades londinenses han publicado fotografías de los alborotadores, las cuales están siendo distribuidas a través de las redes sociales y blogs para la identificación de los responsables.
@nosetevaolvidar
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