Un estudiante en Hong Kong muestra un logotipo que diseñó para rendirle tributo al cofundador de Apple
HONG KONG — Antonia Murray, de 17 años, pasa casi cada hora del día en compañía de un dispositivo de Apple. Tiene una iPad, un iPod Touch, una MacBook y una computadora Mac de escritorio. Sin embargo, entre sus compañeros en la Escuela Island de Hong Kong Island, eso no es atípico. Ella es sólo un miembro ordinario de la generación Apple.
“No creo que pudiera pasar un día de clases sin mi iPad. Estaría muy aburrida”, dice Murray.
Para ella y sus compañeros de clase, nunca ha existido un mundo sin Apple. Eran niños cuando la primera iMac fue lanzada, ese huevo compacto azul y blanco entre dos cajas grises conocidas como computadoras. Estaban en la escuela primaria cuando el iPod salió a la venta y se convirtió en el primer reproductor de música digital que enganchó a los consumidores. iTunes, iPhones y iPads son parte de su educación. En la Escuela Island, casi todos los estudiantes de secundaria llevan una MacBook a las clases.
El atractivo para estos estudiantes es la comodidad, mezclada con el diseño y, por supuesto, el prestigio que conlleva ser un usuario de Apple. ¿Por qué usar una aburrida y demasiado complicada PC, algunos se preguntarán, cuando puedes tener una increíble Mac?
El auge de Apple, por supuesto, ha ido de la mano con el auge de la computación móvil. Para estos jóvenes, eso ha significado el declive de muchos accesorios académicos verdaderos y comprobados. Los libros de texto pasaron de moda. Así también, los antiguos cuadernos y bolígrafos.
Hayden Warren dice que nunca toma notas a mano. “He estado usando una Mac desde hace ya tres años y es simplemente genial. Lo tengo todo ahí. No hay necesidad de tomar notas y no pierdo nada”.
Los estudiantes aquí entienden que Steve Jobs ha sido el hombre detrás de esta transformación. Saben que los teléfonos inteligentes y las tabletas existían antes, pero Apple es la empresa que hizo que todo el mundo quisiera uno. Para ellos, Steve Jobs no es desertor universitario que fundó Apple en su garaje. Él es el ejecutivo exigente que fue expulsado de su propia empresa durante 10 años. Es el pionero en camisa de cuello de tortuga negra que lanza un nuevo producto.
Emily Tuck, de 14 años, ve a Jobs como algo más que un visionario que ha creado algunos productos increíbles. Él es el hombre que ayuda a unir a los miembros de su generación. “Él es como parte de la comunidad, supongo. Porque todos tenemos uno. Es lo que nos relaciona”.
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